“Paraguayos y paraguayas, compatriotas de América Latina y del mundo, la digna estirpe paraguaya despierta nuevamente (...) Hoy termina un Paraguay exclusivo, un Paraguay secretista, un Paraguay con fama de corrupción”, sostuvo el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, tras recibir la banda y el bastón de mando presidencial en la solemne sesión del Congreso Nacional paraguayo.
Durante la toma de posesión como presidente de Paraguay, celebrada en la capital Asunción, Lugo indicó: “Hoy se inicia la historia de un Paraguay cuyas autoridades y pobladores serán implacables con los ladrones de su pueblo, con acciones que nublen la transparencia y con aquellos pocos dueños feudales de un raro país del ayer pero que aún está enclavado en el presente”.
Asimismo, indicó que “el pueblo de Paraguay desde ahora se muestra celoso de su reciente libertad, reconoce sus derechos y no pretende perjudicar los de ningún otro pueblo, ni tampoco se niega a todo lo que es plural y justo para formar una sociedad fundada en principios de justicia, de equidad y de igualdad”.
“Hoy surge una convocatoria como la que estamos viendo, que es reconstruir el sueño desde el mérito de la solidaridad, la equidad social y la identidad que nos abraza”, agregó el presidente Lugo.
En este sentido, Lugo comentó que el propósito fundamental de su Gobierno es “encontrar esos valores y esos signos para que en la semiótica del futuro se encuentren nítidas las motivaciones que claman por un mañana que reitera los logros y para que no repitamos los errores del pasado”.
“En Paraguay, aquí en nuestra tierra, queremos retomar ese nítido mensaje para sumar a nuestra nación el desarrollo de sus potencialidades humanas, productivas y estratégicas, queremos recobrar ese valor de los gobiernos que conjugaron honestidad y austeridad como ecuación del supremo sacrificio por la patria”, sostuvo Fernando Lugo.
Entre tanto, el Mandatario paraguayo mencionó que “el 20 de abril, cuando juntos produjimos el cambio en Paraguay, asumimos el compromiso con los hombres y mujeres de nuestra historia que nos interpelan hoy a no desperdiciar el esfuerzo, a no fallar en el rumbo, a no bajar los sueños del altar de la esperanza”.
Al respecto señaló: “Ahora es tiempo de mirar hacia adelante y trabajar la ingeniería colectiva del futuro del Paraguay, no será tarea fácil, cuántas veces lo dijimos, no será fácil pero no será imposible”.
Sobre este punto resalto el presidente Lugo que “el sendero estará integrado de obstáculos que permanentemente pretenderán cegarnos con los espejismo del reciente pasado dictatorial que se ha infiltrado en nuestra cultura, neutralizando actitudes que, sin embargo, recobramos y marcaron la victoria de abril como la capacidad asociativa, la conciencia crítica y la innegociable dignidad del pueblo paraguayo”.
Lugo manifestó además que “es importante que vuestro presidente deje en claro un dato, el cambio no es solamente una cuestión electoral, el cambio en Paraguay es una apuesta electoral, quizás la más importante en su historia”.
“Por lo tanto, no se trata de un proceso que tiene vencedores y vencidos, eso no nos interesa, ni propietarios exclusivos tampoco, este cambio es la oportunidad que tenemos unos y otros en nuestra querida nación para asumir la coopropiedad del proceso que no requiere otra cosa que la intención de producir aportes desde la gestión que ejerceríamos para sostenerlo”, añadió Lugo.
Lugo destacó también que “es necesario rescatar el paisaje social que inspiró un día al sacerdocio y a la creación de una iglesia nueva, la cual se comprometía a calzar las sandalias que caminan las gentes más normales de nuestro pueblo”.
"Agradezco a la Argentina, que arropó a tantos paraguayos", dijo Lugo al asumir como presidente
Enviado especial de Télam
El flamante presidente de Paraguay, Fernando Lugo, le transmitió hoy en su discurso a su par Cristina Fernández de Kirchner su agradecimiento por "la solidaridad" de Argentina para con los miles de paraguayos que migraron a Buenos Aires.
El ex obispo juró con un discurso en el que remarcó que su asunción no implica "sólo un cambio electoral, sino una apuesta cultural" y llamó a construir un país "fundado en la justicia y la igualdad".
En un tramo del discurso, le transmitió a su par Cristina Fernández de Kirchner su agradecimiento por "la solidaridad" de Argentina para con los miles de paraguayos que se radicaron en Buenos Aires.
"Hablo de esos compatriotas que ayudaron a construir, allá por el 30, los edificios de la Reina del Plata y cuyas generaciones siguientes se quedaron allí. ¿Cuántos habrán cantado con Carlitos Gardel el `volver’ de la nostalgia? Muchos no pudieron, y se arroparon en la solidaridad del pueblo, presidenta Cristina", expresó.
En otro orden, señaló que "quizás estemos ante el cambio más importante de la historia. Ese cambio no tiene vencedores, vencidos, ni propietarios. Hoy termina un Paraguay exclusivo, secretista, con fama de corrupción. Hoy se inicia la historia de un Paraguay con autoridades y pobladores implacables con los ladrones del pueblo", subrayó Lugo en su primer discurso como mandatario.
El ex obispo recibió los atributos de mando en una colorida ceremonia, a las puertas del Senado paraguayo, con miles de seguidores en la plaza y las calles y una decena de mandatarios de la región entre los asistentes.
Un rato antes, el presidente saliente, Nicanor Duarte Frutos, había entregado la banda al titular del Congreso, Enrique González Quintana, y éste se la cedió luego a Lugo, que juró su cargo de camisa blanca y pantalón oscuro.
En su alocución leída, el presidente expresó hoy que no quiere "un discurso social con propuestas cosméticas", sino un pacto social, y llamó a la reconciliación entre sectores "para que los que hoy son unos y otros recuperen un futuro compartido".
"Renuncio a vivir en un país donde unos duermen, otros no duermen porque tienen miedo y otros no duermen porque tienen hambre", subrayó el ex religioso, que ganó las elecciones de abril al frente de una amplia coalición que terminó con seis décadas de hegemonía del Partido Colorado.
El flamante presidente se pronunció por una "educación para el cambio social basada en la defensa irrestricta de todos los derechos humanos", y manifestó que sueña con "un Paraguay socialmente justo, donde nunca más exista inequidad".
Entre quienes lo escuchaban, además de Cristina Fernández, estuvieron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; de Honduras, José Manuel Zelaya; de Uruguay, Tabaré Vázquez; de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva; de Chile, Michelle Bachellet; y de Venezuela, Hugo Chávez.
También estuvieron los vicepresidentes de Cuba, José Ramón Machado; de Irán, Samareh Hashemi; de Perú, Luis Giampetri; de Guatemala, Rafael Espada; de Colombia, Francisco Santos; y de Panamá, Rubénm Arosema; junto al Príncipe de España, Felipe de Borbón
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